Texto e imagen: Nitrofoska
Click para ampliar
Click para ampliar
Fragmento 7:
No sé cuánto tiempo pasó. A veces pienso que nunca nos separamos, que seguimos ahí, detenidos, girando dentro de una membrana líquida. Él me hablaba sin abrir la boca. Yo respondía moviendo la sangre en otra dirección. Éramos forma y contenido al mismo tiempo. Nadie más entró. Nadie más podría. No por exclusión, sino por imposibilidad: habíamos convertido el espacio entre los labios en un mundo sin puertas.
©Nitrofoska