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El Amor se crea y se destruye,
pero es la energía que me mueve.
¡Despierta!,
ha llegado una nueva era
en la que podrás hacer lo que quieras
sin dar explicaciones.
Ha llegado un nuevo tiempo
en el que hay que estar atento,
con los cinco sentidos puestos,
a bordo de la nave nodriza
que atraviesa la ventisca
y aterriza en la dehesa
en la que tu corazón tiembla
y se nutre.
El Amor se crea y se destruye,
pero es la energía que te mueve,
y te mueves,
tú,
te mueves.
Sí,
es tu corazón el que tiembla y palidece,
porque no confías en tu ángel de la guarda,
no sabes si este mes te alcanzará para pagar el alquiler,
no estás segura de que te vuelvan a contratar en el trabajo,
tu hijo necesita zapatos,
han subido la carne y el pescado
y el saldo del banco se ha agotado
de tanto cargar con imprevistos.
Imprevistos de mierda, además,
no es que con la pasta que tenías en la cuenta
hayas hecho nada especial,
un viaje de ensueño,
cien conciertos sublimes
o suculentas cenas de lágrimas y estrellas.
No,
el saldo del banco se fue
con una factura de la luz demasiado alta,
reparar la lavadora
y sacar algo a final de mes
porque no llega para comer.
Así se fue,
¡qué frustración, joder!
El Amor se crea y se destruye,
pero es la energía que te mueve,
y te mueves,
sí,
te mueves.
Tu órbita
está
estancada
pero te mueves,
tetete cuesta
pero te mueves,
sí,
te mueves.
¡Muévete!
Me encuentro aquí,
con cuarenta años,
madre soltera,
con un hijo,
vivo al día,
no conseguí el trabajo de mi vida,
solo un curro alimenticio que detesto.
No he encontrado el amor y eso que follo bastante,
a ver si por lo menos me enamoro de tanto follar,
pero ni eso.
Encima se me ocurre tirarme a un niño de veinte años
y en lugar de sentirme bien, llena de vida,
me siento como una sucia puta,
hay que joderse,
maldita moral judeo-cristiana
que me metieron desde niña en vena.
Y además me quedo embarazada… ¡Hostia!
¿Qué es lo que está pasando?
¿Es que la vida era esto?
¿Me equivoqué de planeta?
Sí,
hermosa ser humana,
te equivocaste de planeta.
Es hora
de mover tu nebulosa,
mueve tu densa órbita,
esta es la era androide,
¡ven al asteroide!
El Amor se crea y se destruye,
pero es la energía que te mueve.
Mueve tu nebulosa,
mueve tu densa órbita,
esta es la era androide,
¡ven al asteroide!
¡Atenta, atenta,
despierta!,
ha llegado una nueva era
en la que podrás caminar desnuda por la playa.
Cuando llegues a tu casa
un androide cocinará para ti
manjares traídos desde la China.
Te hará la cama,
la perfumará
y te hará el amor
con la furia de una máquina suave,
programable,
lujuriosa
y sobrehumana.
¡Atenta, atenta,
despierta!,
ha llegado una nueva era
de androides y meteoros,
de nebulosas inflamadas,
de fastuosas fiestas habitadas por robots,
tiernas jirafas de acero,
mariposas
y hadas.
Una nueva era
de piscinas térmicas,
playas temáticas,
globos de colores
y flamingos articulados
con picos de oro y plumas rosas
envenenadas
que te abrazan,
te abrazan y descansas,
descansas,
descansas por unas horas
de la catástrofe ultravioleta que habita tus neuronas enfermas,
pero útiles todavía,
útiles mientras no mueras.
Y mi organismo sigue vivo,
muy vivo.
Y tu organismo sigue vivo,
muy vivo.
Sí,
¡sí, hermosa ser humana!,
te equivocaste de planeta.
Es hora
de mover tu nebulosa,
mueve tu densa órbita,
esta es la era androide,
¡ven al asteroide!
El Amor se crea y se destruye
pero es la energía que te mueve.
Mueve tu nebulosa,
mueve tu densa órbita,
esta es la era androide,
¡ven!, ¡ven al asteroide!
El Amor se crea y se destruye,
pero es la energía que te mueve.
El Amor se crea y se destruye.
El Amor se crea y se destruye,
pero es la energía que me mueve.
© Max Nitrofoska
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