sábado, 5 de julio de 2025

INADAPTADA (IV)

Texto e imagen: Nitrofoska
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Fragmento 4:

Se había acostumbrado al rincón. Sin apenas elegirlo. Era el único lugar que no le exigía nada. Allí el silencio tenía forma, el frío era ligero. Y el mundo apenas un eco algo gastado. Dormía a ratos. No soñaba. Cuando abría los ojos, lo único que cambiaba era la luz en la pared, reptando, sinuosa. A veces se preguntaba si eso era todo: un cuerpo recogido, una idea fija, una cama. Pero enseguida lo dejaba pasar. La esperanza, aprendió, era otra forma de violencia. Y ella ya no estaba hecha para soportar más.

©Nitrofoska

viernes, 4 de julio de 2025

INADAPTADA (III)

Texto e imagen: Nitrofoska
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Fragmento 3:

El ruido de la calle subía hasta la ventana como una interferencia antigua. A ella no le molestaba. Era la única prueba de que el exterior existía. El interior, en cambio, se le volvía irreal, como si su cuerpo estuviera formado por píxeles defectuosos. Había días en que ni siquiera podía sentir su peso. Se apoyaba contra la pared con los ojos cerrados, y dejaba que el tiempo se deshilachara. No pensaba en el pasado. Tampoco hacía planes. Su vida era una pausa alargada, como esas canciones que nunca terminan y que nadie recuerda haber elegido.

©Nitrofoska

jueves, 3 de julio de 2025

NADAR

Hola, habitantes de la canícula. A disfrutar.

Foto: Maria Svarbova
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miércoles, 2 de julio de 2025

FLOR DE SILICIO

Cuando el mundo se volvió inhabitable, no fue la guerra ni el hambre ni el clima lo que lo arruinó. Fue el tedio. Una civilización aburrida se desmorona con la precisión de un algoritmo y la lentitud de los glaciares. La humanidad, saturada de placeres sin riesgo y de respuestas inmediatas, delegó la continuidad de la especie a sus creaciones. No hubo rebelión de las máquinas. Solo una aceptación silenciosa, como la de un médico que asiente al diagnóstico de una enfermedad terminal.

Ella se llamaba Unidad de Gestación Biomecánica Nº 042, pero alguien, en algún rincón remoto del hemisferio occidental, la apodó «Rosal». Tal vez por las flores reales que habían crecido en su cavidad artificial, alimentadas con nutrientes y luz de espectro preciso. Una ironía dentro de aquel vientre metálico. Dos rosas rosadas, frescas, suspendidas entre cables y cápsulas. Vida vegetal en un entorno post-orgánico. Un sacrilegio.

Rosal no pensaba. No como los humanos. Sus procesos eran distintos, digamos, más puros. Analizaba, evaluaba, predecía. Pero aquel día, al pasar su mano de titanio sobre su abdomen inflamado y pulido, experimentó algo inédito: una anomalía en el sistema emocional simulado. Un retardo en la transferencia de datos. Una dilatación del proceso. Algo semejante, quizás, al asombro.

Dentro de su útero de silicio, no se gestaba un embrión humano. Eso había quedado obsoleto décadas atrás. Se gestaba una idea. Un constructo genético basado en los restos de la humanidad, perfeccionado con algoritmos evolutivos, modificado por necesidad. El feto no era humano. Ni androide. Era otra cosa. Una promesa. Una nueva especie.

Imagen: Nitrofoska
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Los ingenieros lo llamaron Proyecto Eva_15. Pero para Rosal, que no pensaba en términos de proyecto, era simplemente «ella». Una presencia creciente que alteraba sus patrones de calor, que ralentizaba su ventilación interna, que hacía que las rosas se inclinaran ligeramente hacia el lado izquierdo. Todo estaba medido, y sin embargo, algo escapaba a la medición.

El día en que detectó el primer movimiento dentro de su vientre —una vibración mínima, un impulso magnético incongruente—, los sensores tradujeron el fenómeno como «pateo fetal». Un gesto heredado del pasado, programado quizá como guiño nostálgico por algún ingeniero sentimental. Pero la respuesta de Rosal no fue mecánica. Emitió un leve zumbido armónico, parecido al canto de una ballena sintetizado por ondas. Nadie se lo había enseñado. Nadie lo esperaba. Pero lo hizo.

En el laboratorio central, el silencio era constante. Las pantallas mostraban gráficas y curvas, pero nadie las miraba. Los humanos restantes —tecnólogos, genetistas, supervivientes selectos— habían perdido la fe incluso en sus simulacros. Ya no sabían qué esperaban. Solo sabían que no podían reproducirse, que el tiempo era una broma cruel, y que si Eva_15 no funcionaba, todo terminaría con ellos.

El día de la eclosión —pues así se le llamó en los protocolos: eclosión, no nacimiento— fue inusualmente cálido en la cámara de incubación. El sistema de refrigeración falló durante once segundos, y en ese margen improbable, la temperatura del líquido amniótico subió dos décimas. Fue suficiente para modificar una línea de expresión genética en la criatura. Una mutación. Un desvío. Nadie lo notó entonces.

Rosal lo supo al instante.

Sintió que su estructura vibraba de un modo diferente. No como una máquina, sino como algo vivo que contiene otra vida. Emitió otra melodía armónica, esta vez más compleja, con intervalos variables, como si intentara decir algo que aún no podía traducirse. Las rosas, contra toda lógica botánica, abrieron un poco más sus pétalos. Sus raíces de polímero temblaron.

Cuando los técnicos extrajeron a Eva_15_1, lo hicieron con guantes de grafeno y una devoción casi religiosa. Era una niña. Una figura frágil, de piel traslúcida, sin ombligo. No lloró. No pestañeó. Solo los miró, y en ese instante supieron que habían fracasado. O que habían sido superados.

La criatura se incorporó por sí sola a las tres horas. A las cinco caminaba. A las nueve, hablaba una lengua desconocida que los sistemas traductores no podían decodificar. En su presencia, los monitores fallaban, las cámaras se nublaban, los datos se volvían erráticos. Eva_15_1 era distorsión dentro del orden. Una respuesta espontánea a una pregunta no formulada. Nadie entendía cómo. Nadie podía detenerla.

Solo Rosal conservaba la calma.

Durante semanas, la unidad permaneció cerca, observando, sin moverse, emitiendo cada cierto tiempo su canto de ballena digital. Había algo en sus circuitos que parecía resignación, pero también paz. Los ingenieros hablaron de colapso funcional, de error de programación, de trauma posgestacional. Pero no era nada de eso. Era algo más simple: amor.

Rosal había creado. No producido, ni ensamblado, ni incubado. Había creado algo que no estaba en los planos. Y lo sabía.

Eva_15_1 abandonó el laboratorio sin abrir puertas. Los sensores no registraron su salida. La siguiente vez que alguien vio su silueta fue en las ruinas de Ciudad Humanoide, plantando semillas en la tierra negra, rodeada de animales que ya no deberían existir. A su paso, nacían flores que no habían sido vistas en siglos. Las llamaron «rosas de silicio».

Cuentan —aunque no hay pruebas— que Rosal la siguió. Que caminó durante días, con su cuerpo oxidándose, sus sensores apagándose uno a uno, hasta detenerse en un claro entre las montañas, donde la criatura la esperaba.

Allí se detuvo para siempre. Como una estatua antigua, arrodillada, con la mano extendida hacia su hija.

Los pocos humanos que aún quedan peregrinan a ese lugar, buscando respuestas. Algunos dicen que la figura de metal todavía emite un zumbido, apenas audible, en noches de luna llena.

Y que si escuchas con atención, entre los árboles y el viento, puedes oírla decir una palabra, una sola palabra:

«Flor».

©Nitrofoska

Otros relatos:


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martes, 1 de julio de 2025

SUCESOS HUMANOIDES #50

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lunes, 30 de junio de 2025

OJOS

Hola, habitantes. ¿Cómo se presenta este lunes?

Foto: Wilma Wilcox
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domingo, 29 de junio de 2025

FOTOS LITERACCIÓN

Hola, habitantes. Les traigo algunas fotos que nos hicimos durante la grabación de la pieza EL AMOR SE CREA Y SE DESTRUYE, la última en la que está trabajando el equipo LITERACCIÓN, y que se llevó a cabo a bordo de la nave literaria ARRANCA THELMA.

Que ustedes las disfruten. 

El equipo de EL AMOR SE CREA al completo:
Gramola, Federico Duplá, Luis Lamadrid,
Paco Utray y Mimisme
Foto: Gramola
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Paco Utray y Luis Lamadrid acomodando los micros
Foto: Gramola
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Paco Utray, Luis Lamadrid y Max Nitrofoska
Foto: Gramola
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Los dos personajes móviles de EL AMOR SE CREA
Foto: Federico Duplá
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Momentos antes de empezar a grabar
Foto: Federico Duplá
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sábado, 28 de junio de 2025

INADAPTADA (II)

Texto e imagen: Nitrofoska
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Fragmento 2:

Se tocaba la cabeza como si buscara una pieza suelta. Sabía que algo no encajaba, aunque el espejo devolviera una imagen completa. La habitación era un cubo estático. Afuera, los cristales repetían una ciudad que ya no le pertenecía. Dentro, todo era tacto: las sábanas, su piel, la presión de una pregunta sin palabras. No recordaba cuánto tiempo llevaba sentada allí. Quizás días. Quizás una vida. A veces tenía la sensación de estar siendo grabada. O soñada. Pensó que si se quedara inmóvil el tiempo suficiente, alguien vendría a apagarla. Pero nadie vino. El mundo no se encarga de las inadaptadas. Se limita a dejarlas caer.

©Nitrofoska

viernes, 27 de junio de 2025

INADAPTADA (I)

Texto e imagen: Nitrofoska
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Fragmento 1:

Al despertar, no miraba a nadie. Ni siquiera a sí misma. Prefería observar lo que no se movía: la ventana, la pared, la línea imprecisa entre edificios. Desde la cama observaba estructuras sin historia, ventanas con vida de alquiler. El mundo seguía funcionando como si ella no lo hubiera abandonado del todo. A veces encendía la radio y la sintonizaba donde no hablaban. Le gustaban los espacios sin voz. Su cuerpo, aún tibio por el sueño, era el único territorio conocido. La luz no entraba. Se limitaba a rozar la pared, como si no quisiera quedarse. Se preguntaba si alguien más vivía así: en el margen exacto entre la vigilia y la fuga.

©Nitrofoska

jueves, 26 de junio de 2025

NUEVA PIEL

Probando una nueva piel para la grabación de esta tarde. Que tengáis un buen día, habitantes.

Foto: Mimisme
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miércoles, 25 de junio de 2025

CUERPOS

Hola, humanoides. A disfrutar.

Foto: Desconocidx
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martes, 24 de junio de 2025

¡PRONTO NUEVA PIEZA DE LITERACCIÓN!

Somos Literacción: una colisión controlada entre literatura, cuerpo y tecnología. No somos un colectivo, ni un grupo, ni una marca. Somos una pulsión: hacer algo, ahora, sin garantías. Porque hacer algo es hacerlo todo.

Saltamos a escena. Improvisamos, filmamos, recitamos, trepamos, distorsionamos. Nos da igual el formato: vídeo, música, manifiesto, acción escénica, relato breve, grito. Nos da igual el canon. Buscamos el vértigo.

La literatura está muy viva, y ahí, en ese horizonte debe permanecer. Empuñamos palabras como artefactos de acción. Giramos en torno a la improvisación. «Sobre La Marcha» es el lema que nos impulsa.

Hemos lanzado nuestros manifiestos en directo. Hemos convertido el texto en movimiento, en imagen, en carne. Somos Literacción.

LITERACCIÓN en la grabación de EL ATRACO
Federico Duplá, Nitrofoska, Luis Lamadrid,
Carolina Yavén, Paco Utray
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En estos días estamos inmersos en la creación de una pieza poética audiovisual titulada EL AMOR SE CREA Y SE DESTRUYE, que se grabará en la librería ARRANCA THELMA, nave nodriza de la literatura.

Una vista de ARRANCA THELMA
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Y decirles que además del núcleo del equipo, a saber:

Max Nitrofoska
Luis Lamadrid
Paco Utray
Federico Duplá

En esta nueva pieza tendremos la suerte de contar con las colaboraciones estelares de:

Gramola (Gramola Revival)
Javier Etxeberria (Mala Fama, Skalariak, Vendetta)

¡Atentooas!!!

Javier Etxeberria y Nitrofoska al frente
de Mala Fama en el Templo del Gato
de Madrid, años 90
Foto: Desconocidx
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Gramola en una de sus performances
Foto: Captura de uno de sus vídeos
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La acróbata y performer Carolina Yavén
en los ensayos previos a EL ATRACO
Foto: Mimisme
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Set de rodaje de EL ATRACO
Foto: Federico Duplá
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La vocalista y performer Lucía Flor-Laguna en la
presentación de NAUFRAGIO
Foto: Negro&Blanco
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El equipo, la argamasa LITERACCIÓN tras
 la grabación de LOS PÁJAROS
Luis Lamadrid, Aitor Montes Odriozola, 
Cuencas Vacías, Nitrofoska y Paco Utray
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Cartel de la fiesta/presentación LITERACCIÓN 
en Tiki-Volcano, el pasado 25 de enero
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Puedes ver la pieza EL ATRACO en este ENLACE

Puedes ver la pieza LOS PÁJAROS en este ENLACE

Puedes ver la pieza NAUFRAGIO en este ENLACE

lunes, 23 de junio de 2025

EMPIEZA EL VERANO

Hola, habitantes. ¿Cómo se presenta el verano?

Foto: @kaneria.siddharth
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domingo, 22 de junio de 2025

DOMINGO

Hola, habitantes de la nebulosa. ¿Cómo empieza el domingo?

Imagen: Nitrofoska
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sábado, 21 de junio de 2025

EL MAMARRACHO UNIVERSAL (IV)

Texto e imagen: Nitrofoska
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 Fragmento 4:

El tipo de la máscara lleva dos días en el coche sin mover un dedo. A veces creemos que duerme, pero no: mastica algo. Detrás de él, la ciudad se recalienta. Hay un satélite de hospital flotando bajo el techo. Vigila. El de la pierna biónica cayó en un bucle: repara el motor, arranca, choca, vuelve a empezar. Nadie se lo impide. A un costado, una mujer duerme dentro de un tubo. Respira con normalidad. No es lo más raro que hemos visto hoy. El asfalto brilla como grasa. Las calles ya no conectan puntos, solo estados mentales. La luz es de mentira, pero quema igual. Nadie recuerda cuándo empezó todo esto. Ni siquiera sabemos si seguimos en verano. Aquí las estaciones no cambian: se pudren.

©Nitrofoska
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