domingo, 18 de mayo de 2025

VIAJE A LA LUNA EN FAMILIA (IV)

 Imagen: Nitrofoska
Click para ampliar

Fragmento 4:

Nunca supe cómo funcionaba. Él sí. Movía las órbitas con los dedos, dibujaba trayectorias imposibles, usaba planetas como si fueran piezas de un tablero secreto. Yo me limitaba a observar. El pequeño —ese niño callado— no era como nosotros. Llevaba otro tipo de polvo en la piel. Algo más antiguo, más profundo.

No decía nada, pero cada gesto suyo transmitía una intención. En sus manos nacía el lenguaje. En sus ojos, anillos.

Papá lo justificaba: en los nacimientos orbitales, decía, el tiempo se pliega distinto. Todo llega, con paciencia. Mamá no decía nada. Ella ya lo sabía.

Una vez me acerqué demasiado. Él me mostró una luna: vacía, temblorosa. Dijo que allí iba a dormir. Que al despertar, las cosas cambiarían.

O quizá ya despertó, y su sueño es lo que ahora habitamos.

©Nitrofoska
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...