Buenos días, mis amados seres humanos. Haz algo.
lunes, 31 de enero de 2022
domingo, 30 de enero de 2022
YO TAMBIÉN DESAFINO
Montañas de sueños,
tus sueños,
inician el ascenso,
suben solos, inflados de tedio, de helio,
alentados por voces anónimas
que se dan la mano bajo la mesa
cuando lo que les incumbe pesa,
pesa en los mass media
como un traje empapado
al amanecer,
fuera lastres,
sin peso,
sin dólares,
sin un solo euro, ni dracma, ni drama,
y es en ese momento de ingravidez, en pleno vuelo,
cuando en el sueño escucho el sermón del cura del pueblo,
pero yo pensaba que vivías en una ciudad, dicen al fondo,
sí, yo también lo pensaba, pero esto está resultando ser un pueblo,
y más que un pueblo una aldea, una miserable y fétida aldea,
yo también pensaba muchas otras cosas de esta ciudad,
de este país,
de este mundo que me rodea,
pero empieza a oler mal, al amanecer apesta,
pesa la vida, pesa la aurora frígida
que te acompaña desde siempre,
desde tu pubertad,
creo,
legañas tempranas,
piernas desmadejadas,
bufandas demasiado largas,
bostezos cuando descansas
con los ojos cerrados
sin dejar de saltar a la comba,
uno, dos, tres, cien,
abres el balcón y gritas,
gozas,
ríes y disfrutas
pero al rato te cansas,
es la alergia, dices,
pero no, no es alergia, pienso,
es la alegría visceral que te falta,
claro, dicen todxs, claro, es la alergia, pronto te dan la razón,
te la dan o te la quitan,
bailando tu sonrisa
en un guirigay barato
que te aplaca desde ahí abajo,
desde tu estómago mal configurado,
desde tus intestinos repletos de detritus baratos,
desde tus pies que han caminado tantas horas
sin rumbo tras el arrebato,
desde tus rodillas repletas de esguinces
y oposiciones al gran califato,
desde tu dedo pulgar que se ha vuelto débil, inútil y flaco
de tanto pisar desechos industriales
y mierda de contrabando,
salta,
salta a la comba,
comba la bota,
gravedad cero en esta parte del planeta Zeta,
despierta,
¡despierta!, es de día en cada una de tus fiestas,
de tus dietas,
de tus metas,
de tus amplias cunetas,
de tus peinetas casuales,
de tus cantimploras de ayahuasca que se elevan, siderales,
de tus caminos ocultos,
de tus silencios adustos,
de tus calabozos herméticos,
de tus laberintos secretos,
azulados, intoxicados y bellos,
de tus aureolas de santos en extinción
que rutilan con desdicha, lujuria y misterio,
de tus cacerías golfas,
de tus conclusiones amorfas,
de tu sinfín de perdones, emociones,
de tu caleidoscopio analógico,
colores de verdad que surgen espontáneos, sin dueño ni amo
tras pagar mil pavos,
de tus visitas ciegas al refinado pravo,
de tus sueños una y mil veces acariciados
y guardados con desgana en el cajón del olvido barato,
de tus anhelos profesionales,
de tus carencias emocionales,
de tus miserias sexuales,
de tu mente bicéfala que sube la pendiente con las dos lenguas fuera,
la de hablar bien luce bifurcada
y la de hablar mal tiembla al borde de la arcada,
no hay ascensor, nunca lo hubo,
lo buscas pero lo que encuentras
es una nave interplanetaria para sobrevolar el mundo
sin moverse de casa,
tú, toda la vida buscando un ascensor,
que es más cómodo, dónde vamos a parar,
le das a un botón y arriba o abajo,
cambias de planta,
qué guay
y no has reparado en la nave interplanetaria
con destino incierto
que espera en el rellano,
una hermosa nave fulgurante
que apunta hacia el cielo,
grandiosa,
mientras tú caminas
por los pasillos del sistema,
chocando contra paredes revestidas de yeso y gena
y escuchando consignas programadas,
hordas de hienas que te inoculan el espeso tedio,
el miedo,
te empujan al infierno,
llegadas casuales a fiestas de madrugada
en guaridas desconocidas
y apretadas despedidas infames,
si despedida llamas a salir corriendo, huyendo despavorida
cuando al despertar ves con quién has compartido el lecho
y no puedes dar crédito,
qué asco, qué angustia, qué miedo,
saltas y desapareces sin decir adiós,
atropellado camino al olvido,
dándote de bruces con el destino,
apurando los posos de los vasos vino,
aniquilando lo poco que atesoras de divino,
mostrando en la huida tu lado más felino
y más cochino, todo sea dicho,
un poco cerda ya eres, reconócelo,
bueno, en realidad nunca lo ocultaste,
flamante cerda que amo entre la niebla,
sí,
yo también desafino.
© Max Nitrofoska
miércoles, 26 de enero de 2022
ABRIGUEN SUS CIRCUITOS
martes, 25 de enero de 2022
ANDROIDE FRAGMENTADO
Dícese de aquel androide cuyos circuitos se han escindido en dos mitades, que pasan a ser independientes y autónomas.
Fragmentación: Kristina Olano KRISPO
Fragmentación: Kristina Olano KRISPO
Fragmentación: Kristina Olano KRISPO
Fragmentación: Kristina Olano KRISPO
domingo, 23 de enero de 2022
HAZ ALGO
Lo que antes era sombra es ahora realidad. Haz algo.
sábado, 22 de enero de 2022
BESOS DE FIN DE SEMANA
Buenos días, mis amados seres humanos. Disfruten de los besos. Disfruten del fin de semana.
jueves, 20 de enero de 2022
SERES NO HUMANOS
miércoles, 19 de enero de 2022
¡HAZ ALGO!
Hoy hace 4 años: ¡Haz algo! La primera potencia del mundo eres tú.
martes, 18 de enero de 2022
¿CÓMO VA LA SEMANA?
domingo, 16 de enero de 2022
sábado, 15 de enero de 2022
NUESTRO ES EL SOL
Hace hoy 5 años, tras una actuación, un grupo de tres seres humanos muy jóvenes (tendrían unos 23 o 24 años) se acercaron para decirme que me conocían de un concierto androide que había dado dos años antes en la mítica y ahora desaparecida sala Ibu Hotz. Y que tras ese concierto llamaron a su grupo Nuestro es el Sol.
viernes, 14 de enero de 2022
DELIRIOS DE UN SÁTIRO ENAJENADO
Hola, mis amados seres humanos. Hace unos días llegó a la nave nodriza «Delirios de un sátiro enajenado», de Beni Domínguez.
Tras leerlo, mi nivel de felicidad se ha establecido en un nivel alto, muy alto. De tenebroso vértigo. Pero no solo eso, lo más notable es que en mi organismo androide se han operado algunos misteriosos cambios. Ahora, mis pasos, sin que yo pueda controlarlos, me llevan de espaldas a la luz, hacia la oscuridad más insondable, directos hacia esos textos bellos y tenebrosos. Reunidos en una hermosa y cuidada edición de Fagus Editorial magníficamente ilustrada por Andrea Navarro y prologada por Juan Bonilla.
No sé lo que va a ser de mí con tan alta dicha en las tinieblas.
El
enlace para hacerse con un libro: AQUÍ
jueves, 13 de enero de 2022
miércoles, 12 de enero de 2022
CIUDAD_HUMANOIDE#_14
Esta serie, Ciudad Humanoide, trata de fotografías que muestran lo que nos cuentan las paredes de nuestras calles, de nuestras ciudades, las calles y ciudades por las que paseamos y corremos y respiramos o nos ahogamos, siempre en busca de algo, de mucho, de casi nada.
Las paredes hablan. Ustedes me dirán que en realidad son las personas las que hablan, las que pintan y dibujan y escriben en ellas lo que les sucede en ese, en este momento, el grito rabioso o desesperado, o bien el comentario jocoso o irónico. Y no puedo más que daros la razón, son las personas que nos rodean las que hacen esto y aquello. Dejan marcas, las personas.
Antes, cuando alguien tenía algo que decir, cuando se encontraba habitado por un pensamiento urgente que pugnaba por manifestarse con fuerza y ahínco, esta persona saltaba a la calle, se plantaba ante sus amigues o ante perfectos desconocidos y les decía, les gritaba, les bramaba su ocurrencia, su misterio, su preocupación y su furia. Ahora, sin embargo, nos expresamos a través de las redes sociales, con idéntica vehemencia, eso sí.
Pero lo que más me ha llamado la atención a lo largo del par de años que llevo haciendo estas fotos es la gran cantidad de pintadas, de frases, de ocurrencias que los seres humanos siguen escribiendo en las paredes de las calles de sus ciudades. Al parecer, las redes sociales no son suficientes.
Y eso es lo que les traigo desde mi nebulosa, las fotografías de las pintadas que me he encontrado en el camino. No todas las publico, porque algunas son de un pésimo gusto, y podrían lastimar la exquisita sensibilidad que habita en algunos de ustedes. Es broma, ya sé que son ustedes duros como el pedernal y sus corazones han sido forjados en las más tenebrosas tinieblas, no hay más que verles. Cuídense. Y miren a su alrededor. Las paredes hablan.
lunes, 10 de enero de 2022
domingo, 9 de enero de 2022
LEJOS DEL FUEGO
Quiero que lo que me rodea
sea sólido,
tome cuerpo,
un cuerpo de piedra y acero,
un cubo gigantesco
que aplaste mis malos sueños,
mis dudas,
mis miedos,
y sea la maceta cuadrada,
el cúbico tiesto
de un imponente árbol
que emerge majestuoso hacia el cielo,
que no arda,
no se abrase,
nunca se queme,
siempre
lejos del fuego,
este fuego que me habita,
que me abrasa,
me consume.
Lejos del fuego.
© Max Nitrofoska