domingo, 26 de febrero de 2023
DOMINGO, PASEO, LIBROS
viernes, 24 de febrero de 2023
miércoles, 22 de febrero de 2023
ES ASOMBROSA LA PUTREFACCIÓN
El olor que desprende lo que te rodea
es nefasto,
hiriente,
hediondo,
que hiede.
Es asombrosa
la putrefacción.
Vas tú y pierdes la cartera
en un lugar en el que las personas
andan buscando sin parar,
en un erial
en el que más de uno se pasea
mirando al suelo,
pero no para ver dónde ponen los pies,
no para tener cuidado por no pisar a nadie,
lo que hacen es mirar al suelo,
a tu suelo,
a la pequeña porción de suelo
que estás pisando tú a cada paso
para ver dónde ha caído la cartera
que asomaba por tu bolsillo,
porque ya se veía de lejos
que algo se te iba a caer,
la cartera u otra cosa,
entiéndeme,
algo se te cae
a cada paso.
Es asombrosa
la putrefacción.
No hay más que verte caminar,
un paso pequeño y seguro
y otro paso pequeño y seguro,
pero en cuanto estiras la zancada
esto empieza a temblar,
se tambalea tu esqueleto minervo
y pides por favor la hora
a ver si de este modo
se detiene el tiempo
y ya no tienes que seguir adelante,
puedes respirar un poco,
aunque solo sea eso,
pararte un rato y tomar aire.
Ya no puedo más.
Durante todo este tiempo te cuelga de la nariz un moco.
El olor que desprende lo que te rodea
es nefasto,
hiriente,
hediondo,
que hiede.
Es asombrosa
la putrefacción.
© Max Nitrofoska
lunes, 20 de febrero de 2023
sábado, 18 de febrero de 2023
jueves, 16 de febrero de 2023
martes, 14 de febrero de 2023
sábado, 11 de febrero de 2023
viernes, 10 de febrero de 2023
miércoles, 8 de febrero de 2023
EL DEPARTAMENTO DEL AMOR
Cuando
entré en el departamento del amor había un jefe.
Un
jefe es una persona que toma decisiones por ti.
Cuando un jefe
toma una decisión y te la comunica
la tienes que llevar a cabo,
aunque sea en contra de tu voluntad,
aunque te parezca
mal
o ni siquiera te apetezca hacerlo.
Lo tienes que
hacer.
Sin más.
Así es.
Así funciona esto.
En
ese departamento del amor del jefe,
del jefe del amor
latían
corazones en los pechos,
pezones temblorosos,
pinzas
cuadradas que sujetan el deseo.
Con lacitos rosas.
Pero
bien fuerte.
La
gente parecía enamorada
porque el jefe había dicho
que
resulta mejor enamorarse
que rechazar el amor.
Y eso fue
todo lo necesario
para que el artefacto del amor se pusiera en
marcha,
una simple orden desde arriba
y mil corazones
rutilantes bombeando sangre
que te sube a la cabeza,
las
orejas coloradas
y los ojos desvaídos.
Es sangre bien roja
que te inunda,
irriga tu cuerpo
y tu emoción
en
jornada laboral
de ocho a tres.
Se hace difícil atravesar un día sin amor oficial.
No
lo repito:
De ocho a tres.
© Max Nitrofoska