Coordenadas:
➡Museo la Neomudéjar, c/Antonio Nebrija s/n, perpendicular Avda. de Barcelona, Madrid, metro Atocha.
➡ 5 días, 3 horas al día, de miércoles a domingo.
Coordenadas:
➡Museo la Neomudéjar, c/Antonio Nebrija s/n, perpendicular Avda. de Barcelona, Madrid, metro Atocha.
➡ 5 días, 3 horas al día, de miércoles a domingo.
Hola, androides. Hoy os traigo un vídeo de la inauguración de AQVO en la galería Iturria de Cadaqués.
Que paséis un bonito sábado viendo vídeos de Nitrofoska, el mejor plan. U otras cosas que sin duda se os ocurrirán. Disfrutanka.
Hola, humanoides. En mi reciente visita al asteroide Iturria, en la órbita Cadaqués, tuve el gran placer de conocer a un ser que habita entre nosotros en un lejano planeta. Se trata de un organismo, joven aún, de 12 años de edad, que al terminar la perfo que liquidé en la inauguración de AQVO, se me acercó y me habló de él. El nombre de su mundo es INDITUBIA.
Luca me habló de su planeta con todo lujo de detalles, me aseguró que existen muchos universos como el suyo, que cada uno de nosotros podríamos tal vez tener uno, ahí, a nuestro alcance.
Más tarde, sus padres se acercaron a hablar con nosotros y me comentaron que Luca lleva desde los 6 años escribiendo sobre el planeta INDITUBIA en un cuaderno, en unos cuadernos que atesora celosamente.
Al día siguiente, visto el éxito de acogida que tuvimos en la inauguración de AQVO, repetí la performance. Y ahí estaba Luca de nuevo. Esta vez se había traído consigo su ordenador portátil, y antes de la actuación nos fuimos a un rincón junto a su hermana Carlota, que es también autora de algunas de las ideas que han ido moldeando INDUTUBIA. Y ahí, en la cueva y escenario de la galería Iturria, Luca me enseñó parte del texto que había transcrito ese mismo día de su cuaderno al ordenador.
Fue fantástico, mis amados seres humanos, todo un mundo incipiente creado desde la nada, flotando ahí, frente a mis circuitos oculares. Quedé muy impresionado.
Al día siguiente nos saludamos vía email y Luca me envió un documento de word online donde irá escribiendo sobre su planeta, y a medida que él vaya avanzando, yo podré ir leyendo lo que escribe.
Confieso que mi nivel de felicidad ha crecido mucho, tanto por el éxito de la inauguración y la perfo como por este encuentro extraordinario y la perspectiva de poder asistir en directo a la creación de todo un planeta: el planeta INDITUBIA de Luca Scaffo.
Que tengan ustedes un muy bonito día, humanoides. A disfrutar.
La obra de Nitrofoska se nutre de un amplio abanico de influencias que abarcan ámbitos científicos, filosóficos y literarios, así como narraciones de ciencia ficción e ideas posthumanistas. Estas fuentes de inspiración le han llevado a investigar la interacción entre máquinas y seres vivos, dando lugar a formas híbridas que desafían las nociones convencionales de la realidad. Sus seres surgen del cruce entre humanos, animales, plantas y materiales artificiales, viviendo en un orden diferente en el que el caos y el azar son elementos fundamentales." ...
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Hola, androides. Habréis visto por mis redes que en estos primeros días de octubre he inaugurado mi expo Aqvo y liquidado una performance, en la que el androide que me habita ha dado rienda suelta a sus instintos mecánicos para intentar arrojar un poco de luz sobre el oscuro panorama humanoide.
Ha
sido una muy bonita experiencia, tengo que decirlo, tanto por el
propio evento como por los hermosos seres humanos con los que me he
topado.
En
próximas entradas les iré hablando de todo ello. De momento les
traigo algunas fotos. Que ustedes las disfruten.
En la frontera de luz y sombra, junto a una marisma indistinguible, la contemplación de su superficie se convierte en un acto de descubrimiento. Al enfrentarme a este paisaje, el lugar de mi reconstrucción, era suficiente con buscar más allá de la capa visible para que la ilusión se hiciese presente y el misterio ofreciera un atisbo de comprensión. Comprendí que el acto de observar, de intentar penetrar con la mirada la película superficial del agua, era un preludio a la revelación. Era en el intento donde se encontraba la verdad, en la pausa antes de la comprensión, donde el mundo líquido de Aqvo me invitaba a sumergirme.
En este enclave donde la lógica se diluye en el entorno líquido, he hallado mi lugar. Aqvo me recibe no como un refugio, sino como un campo de estudio perpetuo. Aquí, donde el tiempo parece suspenderse, continúo mi existencia, acogiendo a aquellos que, en la búsqueda de respuestas, se atreven a desafiar la quietud de la superficie. Bienvenidos.
Texto e imágenes: Nitrofoska
Mañana viernes, día 4 presento AQVO, una muestra comisariada por Margarita Aizpuru en la galería Iturria de Cadaqués. También haré una performance.
Con el tiempo, la superficie se hizo palpable. Mis botas tocaron el suelo de Aqvo, y a través de ese contacto el acto de caminar adquirió un nuevo significado. Reflexiones sobre cómo llegué a este punto emergen con claridad mecánica: un movimiento continuo, una deriva en el espacio que me trajo aquí, a este límite entre dos mundos.
La imagen de un mar confinado, un pantano cuyos sueños parecen batallar contra la presión de lo invisible se dibujó ante mis ojos. Una bañera de civilización y caos, un microcosmos al alcance de mis dedos, todo bajo la influencia de mi propia gravedad.
Texto e imágenes: Nitrofoska
Aqvo se revela con la sobriedad de un abismo sin fin, un lugar donde los sueños y la materia se confunden. En los inicios, la profundidad fue la única verdad, un vacío que me envolvía con la certeza de la oscuridad primigenia.
Entidades difusas poblaron este espacio, seres nacidos de la intersección entre la realidad y el sueño. No distingo si son fantasmas de mi propia psique o surgieron de estas profundidades, su origen es tan elusivo como su naturaleza. Aun así, la densidad de este lugar me mantiene cautivo, su atmósfera cargada de partículas que dan forma a mis pensamientos más ocultos, adheridas a cada fibra de mi voluntad.
Texto e imágenes: Nitrofoska
Me dijo que tenía una cita con una gaviota. O con una golondrina, no recuerdo exactamente. Con un ave del paraíso, añadió.
Luego lo vi urgar en el baúl que lo acompañaba y sacar una especie de transistor enorme, con cables y turbinas y válvulas de aceite. De aquel baúl salieron también aquellas alitas, mecánicas, de aluminio y tela asfáltica. Se las ajustó en la espalda, me miró con esos ojos tristes que le acompañaban siempre, que le definían, y lo vi perderse en el aire, en el cielo, en busca de su gaviota. Bueno, sería más bien una golondrina, porque aquí, tan lejos del mar no creo que haya muchas gaviotas. Un ave del paraíso, dijo.
Desde mi humilde opinión, si ahora se han triplicado las agresiones sexuales con respecto, por ejemplo, a los años ‘80 es porque ahora se denuncian y antes no se denunciaban.
Se han cuadruplicado las riñas. ¿Qué es una riña? Explíquemenlo, por favor, porque en los años 80 se solucionaban a balazos en Euskadi.
¿Se han doblado los hurtos? Sí, desde luego, es muy posible que los hurtos se hayan doblado, sin embargo se han reducido drásticamente los atracos a mano armada a bancos y farmacias y los asaltos a punta de jeringuilla a los transeúntes.
En cuanto a comparar San Sebastián con el Bronx es una de las metáforas más desafortunadas que he escuchado, tanto en el plano estético como en el plano social.
Max Nitrofoska
La mesilla que la acompañaba junto a la cama desde hace años siempre le había parecido «muy sosa». Ese despertador tan pasado de moda, esa estatua que representaba a un joven lanzando un paso de baile, un joven que bien podría ser cualquiera de los que crecieron con ella en su pueblo natal, allá en Wisconsin.
Hace por lo menos 50 años que no pisa el pueblo. De esa época es también el pequeño paño de macramé sobre el que descansan tanto la estatuilla como el despertador. Un paño que hizo su hija con sus propias manitas en una clase de pretecnología. A ella, en su momento se le antojó una creación encantadora. Lo acomodó con mimo sobre la mesilla, junto a sus plácidos sueños. Y ahí se quedó, ahí sigue desde entonces.
Pero hoy ha decidido darle «un toque personal» a la mesilla. Dejar atrás tanto recuerdo, conectarse con el presente a través de lo único que le queda de tangible en esta vida, a través de su propio cuerpo. «¡Y ya está!», se ha dicho mientras hacía sonar una vigorosa palmada, «un toque personal».
Buenos días, humanoides. Disfruten sus contorsiones. Para encajar, digo. O no.