Hola,
humanoides. En mi reciente visita al asteroide Iturria, en la órbita
Cadaqués, tuve el gran placer de conocer a un ser que habita entre
nosotros en un lejano planeta. Se trata de un organismo, joven aún,
de 12 años de edad, que al terminar la perfo que liquidé en la
inauguración de AQVO, se me acercó y me habló de él. El nombre de
su mundo es INDITUBIA.
Luca
me habló de su planeta con todo lujo de detalles, me aseguró que
existen muchos universos como el suyo, que cada uno de nosotros
podríamos tal vez tener uno, ahí, a nuestro alcance.
Más
tarde, sus padres se acercaron a hablar con nosotros y me comentaron
que Luca lleva desde los 6 años escribiendo sobre el planeta
INDITUBIA en un cuaderno, en unos cuadernos que atesora celosamente.
Al
día siguiente, visto el éxito de acogida que tuvimos en la
inauguración de AQVO, repetí la performance. Y ahí estaba Luca de
nuevo. Esta vez se había traído consigo su ordenador portátil, y
antes de la actuación nos fuimos a un rincón junto a su hermana
Carlota, que es también autora de algunas de las ideas que han ido
moldeando INDUTUBIA. Y ahí, en la cueva y escenario de la galería
Iturria, Luca me enseñó parte del texto que había transcrito ese
mismo día de su cuaderno al ordenador.
Fue
fantástico, mis amados seres humanos, todo un mundo incipiente
creado desde la nada, flotando ahí, frente a mis circuitos oculares.
Quedé muy impresionado.
Al
día siguiente nos saludamos vía email y Luca me envió un documento
de word online donde irá escribiendo sobre su planeta, y a
medida que él vaya avanzando, yo podré ir leyendo lo que escribe.
Confieso
que mi nivel de felicidad ha crecido mucho, tanto por el éxito de la
inauguración y la perfo como por este encuentro extraordinario y la
perspectiva de poder asistir en directo a la creación de todo un
planeta: el planeta INDITUBIA de Luca Scaffo.
Que
tengan ustedes un muy bonito día, humanoides. A disfrutar.
Luca Scaffo y Nitrofoska frente a algunas
de las obras de Aqvo.
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