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La compañía Geomiq ofrece una cuantiosa cifra por los derechos de una cara "amable y amigable" que dará forma a miles de robots humanoides de última generación
Parece ciencia ficción, pero no lo es. Una empresa está dispuesta a pagar 100.000 libras (115.000 euros al cambio) por los derechos de una cara "amable y amigable" para un robot. "Esto implicará que la cara de la persona seleccionada se reproduzca potencialmente en miles de versiones de los robots en todo el mundo", detalla en un comunicado la compañía Geomiq, dedicada a crear prototipos tecnológicos en diferentes sectores.
"Hace unas semanas, una empresa de robótica nos preguntó si podríamos ayudarles con los últimos flecos de un robot humanoide de última generación en el que han estado trabajando. Los detalles del proyecto son escasos debido a un acuerdo de confidencialidad que hemos firmado con el diseñador y sus inversores, pero esto es lo que sabemos", explica Geomiq, que justifica la "necesidad de mantener el anonimato" dada la "naturaleza secreta del plan".
Ambas partes son conscientes de que no es "un requerimiento cualquiera", de ahí que hagan un llamamiento público hasta encontrar "la cara correcta". La entidad dispuesta a pagar la cuantía se limita a explicar que el propósito de los robots será actuar como un "amigo virtual" para las personas mayores y que entrará en producción el próximo año. El diseñador asegura que el proyecto se desarrollará durante cinco años, durante los cuales contará con la inversión de varios fondos de capital riesgo independientes, así como de un fondo importante con sede en Shanghai.
"El diseñador también nos ha pedido que transmitamos a las personas interesadas que, aunque no podemos revelar demasiados detalles en esta fase tan temprana, los candidatos que accedan al proceso de selección recibirán detalles completos sobre el proyecto". Aquellos que quieran participar deberán enviar un correo electrónico con su fotografía a faces@geomiq.com. "La empresa no se pondrá en contacto con los candidatos no seleccionados", advierte.
Un riesgo mayor del que parece
Geomiq reconoce que se trata de una petición "extremadamente única" y que la cesión de los derechos de imagen es una "decisión importante". La robótica es todavía un campo incipiente y un desafío a nivel jurídico que, por el momento, no cuenta con una legislación específica. Por ello, para formar parte de este trabajo habrá de firmarse un contrato de cesión de derechos de imagen, un documento por el cual una persona física autoriza a un tercero a utilizar su imagen por una duración indefinida o acordada entre ambos.
El derecho a la propia imagen consiste en la facultad exclusiva que tiene cada persona de captar, difundir o publicar fotografías o vídeos de uno mismo y, por tanto, de oponerse a que otras personas lo hagan. Tal y como queda recogido en el artículo 18 de la Constitución, es necesario el consentimiento expreso del titular o de su representante legal (en el caso de los menores o incapacitados judicialmente) para obtener, reproducir o publicar por cualquier medio o soporte (vídeo, fotografía, grabación de voz, cartel publicitario, sitio web) la imagen de una persona.
Fuente: El Confidencial