A menudo caen ladrillos, piedras, rocas del cielo. ¿A quién no se le ha precipitado un sueño desde todo lo alto y le ha alcanzado en la frente, en el meollo del pensamiento, de la ilusión, de sus esperanzas y anhelos?
Sergio
lo hizo. Tomó sus medidas. No volverá a pasar por eso.