Texto e imagen: Nitrofoska
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Fragmento 2:
El estallido no comenzó con ruido, sino con una dispersión de líneas, fibras, partículas. El azul y el naranja se repelían y se atraían al mismo tiempo, como dos organismos que no pudieran sobrevivir sin desgarrarse mutuamente. El espacio alrededor dejó de ser neutro: vibraba, temblaba, respiraba con ellos. No era una colisión, era un diálogo convulso, un lenguaje de filamentos que buscaban colonizar la oscuridad. Quedamos atrapados en medio, observando cómo el aire se llenaba de caminos incandescentes. La expansión era el único modo de existir, de sobrevivir.
©Nitrofoska