martes, 11 de octubre de 2022

ESTE FEO ASUNTO



Lo único que se sabe
de este feo asunto
es que el sonido,
ese sonido sordo, crustáceo, espeso
crece sin mesura y
te rompe la cabeza,
y las neuronas, heridas,
resbalan por tus mejillas.
Parecen lágrimas.
Lágrimas que huelen a petróleo.

Y arde, este petróleo,
quema, este petróleo,
impregna cada uno de tus pliegues
en un suceso sin importancia
que prende con facilidad.
Resplandecen las llamas en color rojo oscuro,
casi negro.

Te cuesta ponerte en marcha
con esas piernas de corcho colgando de tu cuerpo,
con esas piernas de mentira
que son las que te han transportado siempre
a través del tiempo.

Es frecuente verte tropezar,
a veces tropiezas
y te hieres en la rodilla
o acaso en un ojo
o los dos ojos a la vez y no ves,
no ves nada de lo que tienes por delante.

Tal vez sea el humo
y las llamas
de todo lo que arde a mi alrededor,
te dices.

Pero no es el humo.
No son las llamas.
No está tan lejos.
A mí me quema.
Mira, tengo el culo pelado,
chamuscado, y eso
es muy cercano.
Duele.
Escuece.
Pomadita de la farmacia en el culillo.

Este feo asunto no es más que un vagón lleno de gente
en el que todo el mundo habla sin parar.
Gritan,
vocean,
retransmiten,
y lo poco que saben
se diluye en sus gargantas de metal.
Como una bala sin nombre.
Y aquello, claro está, salta por los aires,
es una especie de géiser sonoro
en el que las notas,
los sonidos
vuelan de un lado a otro
como cohetes enloquecidos
que te rompen los tímpanos.
Y otras cosas.
Hay que decirlo.
Las pelots.

Todo lo que arde se convierte en rojo oscuro.
Y más tarde en negro.
Queda poco tiempo.
Aprieta fuerte.
Contempla las llamas.
Acércate a su calor.
Ni un paso atrás.

Resumen:
Todo lo que arde se convierte en rojo oscuro.
Y más tarde en negro.
Queda poco tiempo.
Aprieta fuerte.
Contempla las llamas.
Acércate a su calor.
Ni un paso atrás.

© Max Nitrofoska


Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...