Quiero que lo que me rodea
sea sólido,
tome cuerpo,
un cuerpo de piedra y acero,
un cubo gigantesco
que aplaste mis malos sueños,
mis dudas,
mis miedos,
y sea la maceta cuadrada,
el cúbico tiesto
de un imponente árbol
que emerge majestuoso hacia el cielo,
que no arda,
no se abrase,
nunca se queme,
siempre
lejos del fuego,
este fuego que me habita,
que me abrasa,
me consume.
Lejos del fuego.
© Max Nitrofoska