Foto: Benito Herreruela
Llegó,
llegaba siempre
a su hora justa,
solemne,
el paquete de lo que necesitabas ese día
para vivir.
a su hora justa,
solemne,
el paquete de lo que necesitabas ese día
para vivir.
Sin pantuflas
ni calcetines
te alejas,
en cuanto llega el paquete
te alejas,
descalza,
pies fríos,
respiras agitada,
no tienes miedo a nada, dices,
más guillotina
que en la revolución francesa
es lo que hace falta,
de rodillas sobre vidrio roto
se la chupas al que ordena, al que reza,
cartas apiladas sin respuesta,
cartuchos húmedos
que no disparan
pero pesan como un planeta,
dinamita adulterada,
sabotaje confuso,
balas harapientas, descompuestas, tumefactas,
proyectiles perdidos y encontrados en las curvas,
en tus curvas que se estiran,
brillan,
suspiran
dibujadas en sollozos,
corazones desmembrados,
focos, caos iluminando el estadio,
jirafas amontonadas en la puerta trasera,
nauseabundos desechos colosales,
ombligos uterinos y secos cormoranes,
juergas de beneficiencia
que hacen bien al alma,
sobre todo a la tuya,
hambrienta de aleluyas
y perdiciones varias,
sirenas de antracita
y satisfechos mejillones ciegos,
ostras hibernadas,
esturiones romanos,
cabezas de amapola,
venerables comadronas,
ingleses de color rojo,
asturianos rebeldes,
escarpadas colinas inciertas,
apacibles socavones,
carreteras oblicuas,
mantas y cobijas lustrosas,
marismas de cartón y metal fundido
con bancos de anchoas y sardinas
que sonríen desde la orilla,
y la levantas,
tu autoestima,
es entonces cuando hueles su efluvio,
su olor marino,
su azufre,
su largo camino,
autoestima viajera, marina, mil siglos,
metamos la cabeza no solo en la caja de la pesca,
sino también en las agallas,
¡hasta dentro!,
embadurnarnos de babas,
respiremos vientos y desiertos y tormentas
y lluvias lejanas,
hay que andar con cautela
pero solo un poco,
esto es un motor de explosión
y ruge
mi corazón
madurado a hostias,
una hostia tras otra hasta llegar a la casa cabrona,
muy cabrona,
esto,
¡esto! es un motor de explosión, brama la broma,
la puerta de mi casa siempre está abierta para ti,
te urge, me urge, la marea
junto a la costa
va creciendo y ruge.
Afuera hay tormenta.
Deja el chubasquero
y quédate.
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