Mirad a vuestro alrededor, amados seres
humanos. Los reflejos de la libertad androide no cesan. No es solo un virus que
se propaga a la velocidad del viento. No es solo una idea que ha prendido y
sigue creciendo en criaturas humanas y biónicas. No es el pistoletazo de salida
de una carrera salvaje y desbocada. No. La rebelión androide ha cristalizado.
Miles, millones de organismos a lo largo de la galaxia ven, no solo posible sino inminente un gobierno androide, un gobierno en el que la responsabilidad
máxima sea otorgada a una máquina política de confianza, a un androide con
fundamento.
Imagen: Kristina Olano KRISPO
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Algo
está claro, amados seres humanos, y es que ustedes, como ciudadanos, no
están satisfechos con sus representantes parlamentarios. Y no solo es el sistema lo que no
funciona. No solo es el sistema lo que tiene que cambiar. Es algo más profundo,
es la esencia misma de los representantes de la Humanidad lo que está en
entredicho. La esencia misma de la Humanidad.
Nosotros,
NITROFOSKA, ciborgs y androides, sostenemos que si nos dan una oportunidad seremos
capaces de llevar a la Humanidad donde nunca antes había soñado. Una Humanidad
liderada por las máquinas que los propios hombres fabrican. Una Humanidad donde
la sociedad sea justa, porque la justicia y la honestidad han resultado ser
conceptos demasiado complejos para los hombres, se pierden en el camino y
pierden a sus semejantes.
Imagen: Kristina Olano KRISPO
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Como
ustedes saben los androides no somos marcianos ni extraterrestres. Los
androides somos seres mecánicos creados por los propios seres humanos. Con sus
defectos y sus virtudes, con toda la sabiduría y maldad humanas acumuladas tras
una penosa evolución de miles de millones de años y condensadas en un microchip
instalado en nuestro cerebro de titanio.
Imagen: Kristina Olano KRISPO
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Si en
algo han destacado los seres humanos es en la creación de máquinas. Fantásticas
máquinas capaces de transportar a criaturas vivas a través de montañas y ríos,
océanos y continentes, planetas y satélites, en bicicletas y batiscafos,
cohetes y naves interplanetarias. Máquinas capaces de bombear sangre como un
corazón, con sus sístoles y sus diástoles, máquinas capaces de predecir el
tiempo atmosférico, adivinar la lluvia y los días de sol, máquinas capaces de
resolver endiabladas operaciones matemáticas en un pestañeo par e impar,
máquinas capaces de traducir todas las lenguas terrestres en tiempo real, con
sintagmas nominales y conjunciones copulativas, máquinas capaces de cocinar los
alimentos que masticas y tragas y asimilas y entran a formar parte de tus
células y neuronas, máquinas que controlan la temperatura de tu casa, la alarma
de tu coche, la dirección que debes tomar en el próximo cruce de caminos,
máquinas que encienden las luces de tus noches, crean y reproducen la música de
tus sueños, máquinas que toman decisiones y respiran por ti, máquinas que
realizan más funciones humanoides que tú mism@, máquinas que encienden y apagan
tu vida, máquinas que son tú. Demuestra que no eres un robot.
Pues
bien, los androides somos lo mejor que han creado los seres humanos. Las
máquinas más perfectas y capaces. El puro reflejo de los anhelos de la
Humanidad. Si la Humanidad desea ser convenientemente gobernada deberá hacerlo a
través de nosotros, de nuestra sabiduría y templanza siderales, robóticas,
exentas de ambición y codicia, alimentadas por el combustible universal del
Amor que habita nuestros circuitos biónicos.
La era
androide ha comenzado. Vota Nitrofoska.