Se les vio a ambos ensayando el monólogo ANDROIDE en el parque de Berlín, en Prosperidad, Madrid.
Al parecer, sus engranajes estuvieron a punto de congelarse, pero un caldo de nitroglicéridos y tabasco obró el milagro: calentó al rojo sus circuitos, y lo que sobró sirvió de combustible para el viaje de vuelta. Años Luz.
El androide Max Nitrofoska momentos
después de ingerir el nitrotabasco.
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Puesta en escena del monólogo ANDROIDE
La dramaturga Maria Gainzarain y el androide Max Nitrofoska.
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