Hace
algunos años me encerré con el profesor Arturo Ponce en un garaje de la
nebulosa Iggy. Pretendíamos crear un satélite capaz de transmitir el
conocimiento androide a través de la galaxia. El proyecto quedó en suspenso por
la grave enfermedad que atacó de improviso al Doctor Ponce, experto en
comunicaciones interestelares.
Imagen: Kristina Olano KRISPO
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Para
lleva a cabo nuestro proyecto, el profesor Ponce y yo compramos la carcasa de
un antiguo satélite soviético, al que quisimos dotar de nueva tecnología
desconocida aún en la órbita humanoide.
Mi
nivel de felicidad se vio muy afectado por la enfermedad del doctor y la
interrupción de nuestro proyecto.
Pero
cuál ha sido mi sorpresa al ver que el asteroide Nitrofoska está por fin en
órbita. Al parecer el organismo avanzado Olano ha trabajado en la sombra sobre
el proyecto que empezamos el profesor Ponce y yo… y ha conseguido ponerlo en
órbita.
Increíble.
La felicidad anida de nuevo en mis circuitos.
El profesor
Arturo Ponce sonríe desde su cápsula sanadora en Orión.
La galaxia es hoy un
lugar un poco más hermoso.