domingo, 16 de marzo de 2025

ROMOLO Y REMO

Hoy es el cumple de mis tíos Romolo y Remo. En serio. A disfrutar.

Mis tíos androides Romolo y Remo
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Romolo y Remo
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Romolo y Remo
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viernes, 14 de marzo de 2025

SERES NO HUMANOS

Foto: Gregory Colbert
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jueves, 13 de marzo de 2025

CALMA

Buenos días, androides. ¿Cómo va ese sistema nervioso?

Foto: Nitrofoska
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martes, 11 de marzo de 2025

DISTANCIA DE LUZ

Texto e imagen: Nitrofoska
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Evoco tus imágenes, te veo deslizar el muslo
sobre el respaldo de ese sofá multiforme.
Multiforme no, lo que quiero decir es que el sofá
toma la forma que tú le das,
tú das forma a los objetos que te rodean,
a todo lo que te rodea.

Eres radiante en uno o varios frentes,
dices las cosas sin que nadie se dé cuenta
de que esta vez has alzado la voz.
Bueno, eso de alzado es un decir,
porque en realidad lo que haces es susurrar algo
en una lengua extranjera,
asiática, creo,
hablas en japonés,
como una geisha enfundada en un traje de seda,
mariposa atrapada en camisa de fuerza,
inmóvil y feliz dando zarpazos.

A menudo te veo en secuencias, como en el cine.
A una distancia de luz, te veo,
te siento.
Lejana y luminosa.

Me acerco al resplandor.
Voy a tocar tu piel multiforme.
No eches a volar.
Aún no.

© Nitrofoska

domingo, 9 de marzo de 2025

CÍBORGS

Hola, androides. ¿Cómo estáis, cómo va vuestra máquina?

Foto: Desconocidx
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viernes, 7 de marzo de 2025

HUMO

Hola, ¿cómo van vuestras cosas?

Foto: @daganth
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miércoles, 5 de marzo de 2025

PRUEBA DE AMOR

Él sostenía el cuchillo con la confianza de quien nunca ha sentido verdadero miedo.

No es tan grave —dijo, girando la hoja entre los dedos—. Un dedo no es casi nada.

Ella lo miró en silencio. Él sonreía, pero en sus ojos había algo más. Una chispa. Una prueba que no había sido anunciada como tal, pero que pendía en el aire, invisible, esperando ser superada.

Es solo un meñique —insistió él—. Un sacrificio mínimo para algo tan grande como el amor.

El cuchillo brillaba bajo la luz de la lámpara. No era un arma, sino un utensilio de cocina. Nada amenazante. Nada que pudiera hacer daño si uno mantenía el control.

Ella tragó saliva. Su amor era real, lo sabía. Pero en la voz de él había algo hipnótico, algo que la atrapaba y la arrastraba más allá de la razón.

¿Juntos? —preguntó ella, sin darse cuenta de que su propia voz sonaba más débil de lo normal.

Él asintió con seriedad.

Juntos —confirmó—. Al mismo tiempo.

Texto e imagen: Nitrofoska
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Se tomó su tiempo en colocar la tabla de cortar sobre la mesa. Nada improvisado. Nada impulsivo. Un gesto simbólico, limpio.

Cuenta hasta tres —susurró ella.

Él le sostuvo la mano y la acomodó junto a la suya.

Uno…

Ella sintió su piel erizarse.

Dos…

El cuchillo estaba firme en su mano.

Tres.

El golpe fue seco.

El dolor, inmediato.

El dedo cayó.

La sangre brotó.

Ella gritó.

Y él, él no.

Ella abrió los ojos, el dolor latiéndole en la mano como un tambor de guerra, y vio su dedo en la mesa. Pero cuando miró la mano de él, seguía intacta.

Él la observó con los labios entreabiertos, como si no pudiera creer lo que veía.

Lo hiciste —dijo en voz baja.

Ella respiraba rápido, sintiendo el calor pegajoso de su propia sangre.

Tú no —susurró.

No pensé que lo harías.

Su voz ya no era firme.

Ella sintió un escalofrío subirle por la columna.

Era la prueba —dijo.

Él desvió la mirada, incómodo.

No significaba que debías hacerlo.

Pero tú me lo pediste.

Fue una idea. Un juego.

Ella sintió el aire volverse pesado.

Un juego.

Su dedo, sobre la mesa.

La tabla de cortar, manchada de rojo.

El cuchillo en la mano de él, limpio.

Un juego.

Algo se quebró en su interior.

Tenemos que vendarte —dijo él.

Se levantó y caminó hasta el botiquín con movimientos apresurados. No la miró a los ojos cuando regresó. Le envolvió la mano con una venda y presionó fuerte, como si con eso pudiera detener algo más que el sangrado.

No fue mi intención —dijo en voz baja—. Te exaltaste.

Ella lo miró fijamente.

¿Yo?

Sí. Entraste en la idea demasiado rápido. No me diste tiempo a explicarlo bien.

Ella sintió la venda apretar su piel. No tanto por su fuerza, sino por las palabras.

Él desvió la mirada.

Lo importante es que estamos bien.

La habitación estaba en silencio.

Ella bajó la vista. Su dedo seguía ahí.

Él lo notó.

Será mejor deshacernos de eso.

Ella no respondió.

Él se levantó y tomó el dedo con un papel de cocina, con cuidado, como si no quisiera tocarlo demasiado. Se acercó al cubo de la basura.

Ella sintió un latigazo frío recorrerle la espalda.

No.

Él se detuvo.

¿No qué?

Ella se levantó, aún mareada por la pérdida de sangre.

No lo tires.

¿Para qué lo quieres?

Ella lo miró con un brillo turbio y nuevo en los ojos.

Para recordarlo.

Él tragó saliva.

Es mejor olvidarlo.

Ella dio un paso hacia él.

Si lo olvido, entonces tú también te olvidarás.

Él frunció el ceño.

No es necesario hacer de esto un drama.

Ella sonrió.

Tienes razón.

Se giró hacia la mesa y tomó el cuchillo con la mano que le quedaba sana.

Él tardó un segundo en reaccionar.

¿Qué haces?

Ella no respondió. Solo giró el cuchillo en su mano y, con un movimiento veloz, se lo clavó en la palma.

Él lanzó un grito y cayó de rodillas, con la mano atravesada por la hoja.

¡¿Estás loca?!

Ella lo miró con la cabeza ladeada.

Ahora sí estamos iguales.

Él intentó sacar el cuchillo, pero el dolor lo paralizó. Ella se agachó junto a él, respirando con calma.

No te preocupes, amor —susurró—. La herida sanará. Y con el tiempo, olvidarás que te duele.

Él la miró, con la respiración entrecortada.

Necesitamos un hospital.

Ella negó con la cabeza.

No. Lo que necesitamos es equilibrio.

Se levantó con lentitud y miró la mesa.

Allí, junto al cuchillo manchado de sangre, seguía su dedo amputado.

Lo tomó entre sus dedos, lo sostuvo frente a él y le sonrió.

Podemos intentarlo de nuevo. 

©Nitrofoska

Otros relatos:

Más, en la pestaña RELATOS de esta web
o en este ENLACE

lunes, 3 de marzo de 2025

MANIFIESTO LITERACCIÓN

Cuando el pasado 25 de enero presentamos el Manifiesto LITERACCIÓN en directo, en el Tiki-Volcano, levantó una importante controversia, y desde luego, no poco debate.

Opinen ustedes mismxs. Hacer algo es hacerlo todo.


MANIFIESTO LITERACCIÓN:

Mientras la música, las artes gráficas, el arte acción y las instalaciones han evolucionado con la llegada de las nuevas tecnologías, la literatura sigue ahí, anclada a los libros de papel.

No nos parece mal, nos encantan los libros de papel. Sin embargo, para las nuevas generaciones, la música, por ejemplo, ya casi no tiene sentido sin un vídeo que la acompañe. Es así como viaja hoy en día, a través de YouTube y otras plataformas. El arte visual, el arte acción, las instalaciones artísticas también han sido invadidos, habitados por las nuevas tecnologías. La literatura, en cambio, permanece ajena a esta transformación.

Hay que hacer algo.

Por esta razón nuestro manifiesto está formado por el binomio articulado: ¡HAZ ALGO!

Porque hacer algo es hacerlo todo. El objetivo, en este caso es el propio paso, el siguiente paso, un paso tras otro. Uno da un paso y después se viene otro que no teníamos previsto, que no sabíamos a dónde nos conduciría. Y tras 10 o 12 pasos, miramos atrás y no somos capaces de saber cómo hemos podido llegar hasta ahí, qué camino hemos seguido. Un paso tras otro. Haz algo.

Y por otro lado tenemos la improvisación, que no podemos perder nunca de vista. LA IMPROVISACIÓN, que es nuestro instinto de supervivencia elevado a la categoría de arte, llevado al arte. LA IMPROVISACIÓN, que permite que aún sigamos vivos.

Y entre estos dos conceptos, entre estas dos ideas, entre estas dos formas de encarar el día a día, de encarar la vida, de encarar el arte es donde se encuentra LITERACCIÓN. Apoyado en una atalaya sostenida por una idea, tres palabras de acción continua y pausada: SOBRE LA MARCHA.

Con lo cual, no podemos ofreceros, ofrecerles a ustedes algo fijo, un esquema en el que poder alojar vuestros ideales, un esquema a través del cual entender mejor el mundo que os rodea.

No, solo podemos ofreceros desazón, angustia y desánimo. Es así. La desazón, la angustia y el desánimo que invade a toda persona al borde de un precipicio cuando tiene que dar un paso en el vacío, cuando tiene por fin que actuar, que salir, que hacer, ¡ya!. No lo puede dejar para otro momento, hay que hacerlo ya y entonces se nubla la vista y el entendimiento.

Desazón, angustia y desánimo, eso es lo único que podemos ofreceros. Qué lástima haberos hecho llegar hasta aquí para semejante revelación. Pero atención, a esto hay que sumarle un ingrediente: EL VALOR.

Porque para dar un paso adelante sin mirar al abismo que se abre a nuestros pies hace falta valor. Y ese valor es nuestro combustible, ese valor es nuestra gasolina. La primera potencia del mundo eres tú. La primera potencia del mundo somos nosotros. En la literatura, en el arte, en la vida, ese es nuestro manifiesto: ¡HAZ ALGO! Porque hacer algo es hacerlo todo.

-LITERACCIÓN-

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sábado, 1 de marzo de 2025

CAFÉ

Hola, androides. ¿Cómo empieza el día?

Imagen: Nitrofoska
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viernes, 28 de febrero de 2025

CARNAVAL

Foto: Harry Gruyaert
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miércoles, 26 de febrero de 2025

UN MURO DE INCIENSO

Texto e imagen: Nitrofoska
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Somos categorías separadas por un muro de incienso.
Deambulamos juntos, de la mano,
a través de ese laberinto que creaste
cuando te entró ardor de estómago
por comer carne humana.

Yo procuraba caminar sorteando los obstáculos,
sin despertarte,
sin molestarte,
respirando apenas mientras tú dormías a pierna suelta,
condescendencia sublime
con la servidumbre que sestea
a tu vera.

El laberinto era una cosa seria.
Tuve que emplearme a fondo para derribarlo,
porque como no pude entrar ni salir de él,
de ti,
hube de aplicarme en tumbar muros,
quemar setos,
trepar, también,
y deslizarme por los agujeros
que horadaban
las paredes agrietadas
y llenas de orina.

Tú mirabas desde lo alto de la torre,
cada mañana,
al amanecer.
Nunca veías más allá de la bruma
y del sol
y de las nubes
y de los pajarillos que revoloteaban
de un lado a otro
ante tu mirada impasible.

Tú no veías que en las calles,
bueno calles,
raíles roñosos y quebrados
que habías concebido para impedir que alguien,
sea quien fuere,
pudiera acercarse a ti con el rostro descubierto,
no veías que en las calles se agolpaban personas
caminando en todos los sentidos,
confusas,
abrumadas,
esperanzadas.

Había quien cargaba una mochila con provisiones
a sabiendas de la dificultad de la empresa
que le llevaba hipnotizado,
en volandas.
Otros iban con un ramo de flores reseco entre las manos,
arrastrando sus pies,
la mirada perdida.
Otros hablaban solos,
alucinados y desnutridos.
Y luego estaba yo.
Que tenía una silla de esas de camping.
Y un perrito caniche.
Y un sándwich de jamón y queso, también,
por lo que pueda pasar.

Un día desenfundé los catalejos,
unos prismáticos que me encontré
en un recodo del laberinto
y los enfoqué hacia tu torre.
Se te veía bien,
ahí arriba.
Yo no quería verte en ninguna otra parte,
dicho sea de paso,
no quería contemplarte en el fango,
ni escurrida como una bayeta
en el fregadero de cualquier hotelucho barato.
No, tú ahí estabas,
estás,
muy bien.
Te favorecen las torres de cristal,
o de acero,
o de oro macizo,
en general te sientan bien tus torres,
te hacen ganar altura
y también es verdad
que desde ahí arriba se ve mejor el mundo, la vida,
te escucho decir mientras mojas la tostada de centeno integral
en el té de Ceilán.
Y yo no puedo estar más de acuerdo.
Pero por alguna extraña razón
me sigo aferrando a mis catalejos oxidados
y cargados de dioptrías dudosas.
Perdóname,
pero no sé vivir sin estos catalejos
que distorsionan lo que veo,
distorsionan la aburrida realidad
y a veces tiñen de algún color el gris oficial y autorizado.

No, si yo sé que eres sincera,
que la verdad
y la bondad
y el deseo vital habitan en tu corazón
de sístole tranquila y bienhechora,
de excursiones en las que el sherpa
siempre es familiar tuyo
y tras la travesía te invita a un vino, o a dos,
o a un café con un donut.

Somos pares e impares indescifrables y primos.
Incesto numérico y sonoro.
Sonoro porque lo dijiste en voz alta, aquella vez.
Lo escuchó todo el mundo.
Somos primos.
Somos números primos.
No nos puede dividir nadie,
nadie nos podrá separar.
Se te olvidó añadir: Excepto nosotros mismos.
Y así fue.

Somos curvas tangenciales.
Somos categorías sublimes y deslucidas.
Somos cinco empujones a las puertas de un concierto masivo.
Cinco, pero no seis.
Porque seis no es un número primo
y desentona con lo nuestro.
Con nuestra amistad,
con nuestro amor,
con nuestra farsa.

Habitas tu torre.
Me aferro a mis catalejos.
Bailamos el último vals entre números primos
y espesos muros de incienso.

A lo lejos, se avecina una tormenta.

© Max Nitrofoska

lunes, 24 de febrero de 2025

YA MADURÉ

Viñeta: Absurda Melancolía
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sábado, 22 de febrero de 2025

DOS ANDROIDES

Los androides a veces se juntan. Dos androides. Y lo que allí pasó.

Imagen: Nitrofoska
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Imagen: Nitrofoska
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jueves, 20 de febrero de 2025

ONE MORE TIME

Hola, androides. 

Viñeta: @zezvaz
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miércoles, 19 de febrero de 2025

LA VIDA EN LA LUNA

¿Cómo va la vida en la luna, humanoides?

Cartel: Desconocidx
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