En la frontera de luz y sombra, junto a una marisma indistinguible, la contemplación de su superficie se convierte en un acto de descubrimiento. Al enfrentarme a este paisaje, el lugar de mi reconstrucción, era suficiente con buscar más allá de la capa visible para que la ilusión se hiciese presente y el misterio ofreciera un atisbo de comprensión. Comprendí que el acto de observar, de intentar penetrar con la mirada la película superficial del agua, era un preludio a la revelación. Era en el intento donde se encontraba la verdad, en la pausa antes de la comprensión, donde el mundo líquido de Aqvo me invitaba a sumergirme.
En este enclave donde la lógica se diluye en el entorno líquido, he hallado mi lugar. Aqvo me recibe no como un refugio, sino como un campo de estudio perpetuo. Aquí, donde el tiempo parece suspenderse, continúo mi existencia, acogiendo a aquellos que, en la búsqueda de respuestas, se atreven a desafiar la quietud de la superficie. Bienvenidos.
Texto e imágenes: Nitrofoska
Mañana viernes, día 4 presento AQVO, una muestra comisariada por Margarita Aizpuru en la galería Iturria de Cadaqués. También haré una performance.