Tras el aparatoso accidente de la fotoesclusa, ¡al fin nos llegan las fotos del binomio Negro&Blanco!!! →LITERACCIÓN 25E25 en Tiki-Volcano←
El reportero cósmico Mimisme nos trae una breve crónica del suceso:
El binomio Negro&Blanco emergió de la esclusa, deslizándose en el vacío como un insecto atrapado en ámbar. La nave, suspendida en el abismo, reflejaba la luz muerta de una estrella lejana. Un fallo en el sistema de propulsión la había convertido en un sarcófago errante.
El frío se filtraba por los sellos del traje. Sus dedos, torpes, buscaron la válvula dañada. Cada movimiento era un eco ralentizado, una danza dentro de la nada. Entonces, el radar emitió un pulso seco: un fragmento de meteorito, una esquirla de tiempo viajando a velocidad letal.
Lo percibió antes de comprenderlo. Un golpe seco, una fractura de luz en el vacío. Luego, la rotación. Su cuerpo convertido en un fragmento errante, una partícula más en el abismo. La nave, la esclusa, la certeza de volver… todo se desvanecía en la distancia.
Pero en el parpadeo final, la mano biónica de Negro&Blanco se cerró sobre un cable de posición, un hilo delgado entre la vida y el vacío. Con un último impulso, regresó. Dentro, el obturador de las cámaras latía al ritmo festivo de una habanera. Al fin, tenían sus fotos.
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Foto: Negro&Blanco
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Foto: Negro&Blanco
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Foto: Negro&Blanco
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El Atraco, con Carolina Yavén y Max Nitrofoska
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Carolina Yavén y Max Nitrofoska
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Carolina Yavén y Max Nitrofoska
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Carolina Yavén y Max Nitrofoska
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Foto: Negro&Blanco
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Lucía Flor Laguna, Luis Lamadrid y Max Nitrofoska
Foto: Negro&Blanco
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