Buenos días, humanoides. Les presento a Dolores. ¿O era Daisy? Lo cierto es que ella acomodó sus valores y férreas convicciones sobre su cabeza, como si fueran rulos, uno tras otro. Luego los galvanizó. Una sólida e imperturbable capa de presunción y suficiencia bastaron para ultimar el trabajo.
No se sabe si acudió a una peluquería o a un taller de galvanizado, pero lo cierto es que jamás una duda atravesó su fortificado rango.
Que tengan ustedes un bonito
domingo. A disfrutar.
Foto: Desconocidx
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