—¿Qué vas a hacer el sábado Felipe?
—Voy a ir a un monólogo.
—Ah, ¿de quién?
—No me acuerdo del nombre, es un androide.
—¿Un androide?
—Sí, un robot.
—¡Anda ya!
—Sí, en serio, ahora los robots hablan y te cuentan sus cosas, e incluso se
presentan a las elecciones.
—Jajajjajaaa
—No te rías tanto que pronto te veo votando al partido androide.
—¿Pero los androides existen de verdad o qué? Yo solo los he visto en películas
como Blade Runner.
—Claro que existen Carlos, están aquí, entre nosotros. Ya te digo, el sábado 18
voy a ir a ver a uno al Closet Club, se llama Nitrato de Foca o algo así. Está
guay. ¿Por qué no te vienes y así lo compruebas con tus propios ojos?
—Pero bueno Felipe, este Nitrato será un tipo disfrazado de androide, no me
jodas, no un robot de verdad.
—¡Que no hombre que no! Es un androide auténtico, un ser mecánico. ¿Pero no ves
cómo ha avanzado la ciencia? ¿No ves todo lo que puedes hacer con un simple
teléfono móvil?
—No me compares eso con un móvil Felipe, no me lo compares.
—¿Qué te apuestas?
—Lo que quieras.
—El que pierda paga las cañas y los refrescos a la salida del evento durante
toda la noche.
—¡Hecho!
—Venga, el sábado 18 a las nueve en la puerta del Closet, bueno, un poco antes
para coger sitio, ¿vale?
—Sí, sí, claro, vale. Y ven con pasta que vas a palmar.
—Aún te faltan muchas cosas por ver Carlos. El mundo androide te cambiará la
vida. Si es que tienes vida, pedazo de matao.
—No te pases no te pases Felipín.
—Jajajajajaaa, venga, hasta el sábado.
—Hasta el sábadooo